Las mujeres también pueden cambiar una llanta

Que las mujeres no conocen de coches, que no saben manejar en carretera que no pueden cambiar una llanta. Creemos que cuando a una mujer la deja tirada el coche, siempre tiene que recurrir a una ayuda masculina para que “las rescate”.

“Mujer al volante peligro constante” ¿Has escuchado esta frase?

Manejar bien o mal: un estereotipo de género

Hay hombres que manejan muy bien, pero también hay hombres que lo hacen mal. Según datos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México el 78.4% de los infractores son del género  masculino. Lo que es cierto es que hay mayor población de hombres manejando que de mujeres. Sin embargo, la incidencia de accidentes viales en hombres aumenta por factores como exceso de velocidad e ingesta de bebidas alcohólicas.  

Las investigaciones muestran que “ellas” se apegan más al cumplimiento de las medidas de seguridad. Uso de cinturón, respeto al cruce de peatones, límite de velocidad, etc. Aquí la razón por la que las mujeres se vean menos involucradas en accidentes viales.

A manejar se aprende, así como se aprende a tocar un instrumento. No existe una predisposición genética que determine que los hombres puedan manejar mejor que las mujeres. Tampoco existe una predisposición genética que diga que un hombre pueda tocar mejor el piano que una mujer. El cerebro humano está biológicamente diseñado de igual forma para ambos.

Aunque manejar bien o mal no es un tema de género, a veces el aprendizaje está relacionado con la historia familiar de cada persona. Especialmente en el caso de las mujeres. Hay familias en donde a los hijos hombres se les enseña a manejar desde pequeños, incluso mucho antes de los 16. Pero a las hijas no. Cuando les llega la hora de aprender, ellas están temerosas porque han escuchado en su entorno que “las mujeres manejan mal”.

Todavía hay esposos que prefieren manejar siempre ellos, porque se ponen nerviosos. Y qué decir cuando el primogénito ya tiene permiso para manejar. “Lleva a tu hermana a la escuela, acompaña a tu mamá al súper y maneja tú “. Una suave mezcla entre sobreprotección y desconfianza.

Si el hombre viaja como copiloto y la mujer es conductora, probablemente él asumirá el rol de dar instrucciones y corregir su manejo.

¿Te ha pasado que te subes a un Uber y la conductora es mujer? ¿Te genera desconfianza? La mayoría de la gente responde que sí, incluso las mismas mujeres.

Jefas de familia

Aunque vivimos en una sociedad machista, también vivimos en un país en donde 33 de cada 100 mujeres son madres solteras (datos del INEGI 2018, para 2014) Es decir, un gran porcentaje de mujeres en México “se las tiene que arreglar sola”.

¿Y qué pasa entonces con ellas? ¿Quién las rescata a la hora de enfrentarse al volante? Nadie. Alguien tiene que llevar a los niños a la escuela, manejar en carretera, llevar a verificar el coche, aprender a pasar corriente y hasta: ¡Enseñar a manejar a sus hijos!

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Las mujeres ya pueden conducir en Arabia Saudita

Después de muchos años de protestas, desde junio de 2018 Arabia Saudita dejó de ser el único país en el mundo que no permitía a las mujeres conducir.

Esto liberó a las mujeres Saudís de la necesidad de tener que contratar a un conductor hombre para recorrer incluso pequeñas distancias. Y así, ha permitido a muchas de ellas integrarse a la fuerza laboral.

Contratar mujeres es una parte clave del ambicioso plan de Arabia Saudita para arreglar su economía. Conocido como Visión 2030. Este país del golfo pretende dejar de depender del petróleo y para conseguirlo está buscando la forma de incluirlas en el mundo laboral.

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Enseñar para prevenir

Cada vez que una mujer se sienta en el asiento del conductor de un auto, el prejuicio sigue presente. Quizá lo más sencillo sería dejar de atribuirle “un género” a las cosas, como si de competencia se tratase.

Vivimos en una época en donde el grito de las mujeres está haciendo temblar al mundo. Lo que es una realidad es que a las mujeres les queda todavía un largo camino para empoderarse, sobre todo, en el terreno de los autos. Pero sería todo más justo si empezáramos a enseñarlas desde casa no sólo a manejar, sino también cosas básicas de mecánica y auxilio vial.

En este mes de la lucha contra el cáncer de mama, en Urge Grúa queremos crear conciencia, porque creemos que es muy importante enseñar para prevenir. Si las mujeres son capaces de ganar esta dura batalla contra el cáncer, definitivamente son capaces de cambiar una llanta.

Luis CastilloUrge Grúa